Dios Sabe...Cuando Alguien no Confía en Mí Parte 3 - Aventuras en la Historia Sagrada - La Semana del 13 de Marzo

Dios Sabe...Cuando Alguien no Confía en Mí - Parte 3

Con mucho esfuerzo, Pablo pudo evitar que la gente de Listra sacrificara los toros creyendo que él y Bernabé eran dioses. Mientras tanto, algunos que se habían opuesto a los misioneros en otras ciudades llegaron a Listra. Al llegar a la ciudad, alborotaron al gentío. Los mismos que fueron al punto de adorar a Pablo y a Bernabé ahora querían matarlos. Le tiraron piedras a Pablo sin misericordia. "Esto es el final," pensó Pablo al desmayarse de dolor.

El gentío pensó que estaba muerto y lo arrastró fuera de la ciudad. Algunos amigos que Pablo había hecho en Listra, lo rodearon. ¡Imagínate la tristeza al estar parado frente al cuerpo sangriento de Pablo! Pero su sufrimiento fue interrumpido al ver que Pablo levantó la cabeza y se paró. Sus primeras palabras fueron de alabanza a Dios por haberle permitido sufrir por Cristo. ¡Luego entró nuevamente en la ciudad! Un joven llamado Timoteo presenció la valentía de Pablo ese día, y luego se convirtió en un fervoroso trabajador de Dios.

Al siguiente día, Pablo y Bernabé continuaron su viaje. Regresaron a las ciudades que habían visitado anteriormente. Como un jardinero al que le gusta ver cómo crecen sus plantas, Pablo quería visitar las iglesias jóvenes para darles cuidado y plantar nuevas semillas de verdad.

Confianza Restaurada
Ahora escuchamos acerca de Juan Marcos nuevamente. Cuando Pablo estaba por salir a su segundo viaje misionero, rehusó llevar a Marcos porque sentía que no podía confiar en él. Bernabé, estaba listo para darle una segunda oportunidad. Él pensaba que Marcos había aprendido mucho y que podía ser útil como trabajador de Cristo. Así que Pablo se fue por un lado y Bernabé y Marcos se fueron por otro. Marcos HABÍA aprendido mucho. En lugar de sentir amargura, se entregó completamente al trabajo de Dios. Había resuelto enmendar sus errores pasados.

Más tarde, Pablo se dio cuenta de que Juan Marcos se había convertido en un Cristiano en el que se podía confiar - lleno de fe y dispuesto a sacrificarlo todo, aun su vida si era necesario. Casi 20 años después, Pablo escribió a los Colosenses, diciéndoles que aceptaran a Marcos como compañero trabajador. Casi al final de su vida, Pablo escribió a Timoteo, "Toma a Marcos y tráelo contigo, porque me es muy útil para el ministerio."

Nadie tiene que permanecer como es. La confianza puede ser restaurada. Toma tiempo. Toma paciencia. Toma determinación. Pero "con Dios, todas las cosas son posibles." Fracasar no es el final. Podemos levantarnos e intentar de nuevo cuando pedimos a Dios que nos ayude.

Donde encontrar la historia: Hechos 14

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